domingo, 25 de octubre de 2009

LIBERTAD PARA DEFORESTAR por Ing. Agr. Carlos Leonardi

LIBERTAD PARA DEFORESTAR (Especial para La Capital)

Cuando en el mundo se esta luchando en contra de la deforestación, por el negativo impacto ambiental que esto produce, como la degradación de los suelos entre otras cosas, en nuestra ciudad se titula un artículo periodístico, que por unanimidad se está de acuerdo con ensanchar la avenida Libertad, para bien del progreso urbano, aunque deban troncharse apenas unos 600 añosos árboles.

En primer lugar me niego a aceptar que la opinión sea “unánime”, pues al menos yo, no estoy de acuerdo.
Ensanchar la avenida mas linda de Mar del Plata (desafío que alguien me argumente lo contrario) para agilizar el tránsito automotor, para facilitar la entrada y salida de ómnibus de larga distancia, tiene entre otras consecuencias que considero negativas, una mayor dificultad para su cruce para los peatones, e incluye quitar árboles añosos imposibles de suplantar.
Resulta así que se destruye, se mata, se elimina lo que costó muchas décadas lograr.

Pero vayamos por parte. Parece necesario recordar la función que cumple la forestación en una ciudad que cada día tiene una expansión edilicia que provoca contar con menos espacios verdes, los que –cumplen una función de “pulmón” al disminuir la contaminación del aire que respiramos, convirtiendo el anhídrido carbónico de la combustión de los automotores principalmente, como también paliar las altas temperaturas estivales con su sombra. Es decir, contribuyen a un imprescindible mejoramiento del microclima urbano, con su consecuente mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos.
Debemos agregar, que los árboles de parques y paseos, como también de calles y avenidas, complementan el paisaje urbano disminuyendo el impacto del cemento y los asfaltos, que se recalientan con el sol del verano. Recordemos al poeta que se lamentaba, mencionando la existencia de “70 balcones y ninguna flor”…

En cuanto a que el ensanchamiento de la avenida contribuye a un mejor fluir del tránsito automotor, a partir de la proximidad de la nueva estación Ferroautomotora, debemos recordar la necesidad de la construcción de “islas de seguridad” en la avenida Juan B. Justo (como también en Jara/ C.Tejedor) para que el peatón sobreviva y pueda llegar a la vereda de enfrente con menor riesgo.
Es que quienes así opinan pareciera que no han tenido la oportunidad de intentar cruzar la avenida 9 de julio en Buenos Aires (la más ancha del mundo…) O tal vez la avenida Libertador en horarios pico.
Es que entendemos por progreso, vivir más ligero.? Estamos tan poco desarrollados como para confundir la mayor agilidad en el tránsito como un progreso sin importar los costos en la calidad de vida .?

No quiero imaginar que diría de esta actitud aquel Primavesi, director del Vivero Municipal existente en otros tiempos la Plaza Pueyrredón, sobre la avenida Libertad. Oportunamente la ciudadanía lo homenajeó dando su nombre al Parque Primevesi, lindero al cementerio de la loma. Se dice que Evita, al ver lo florido de nuestros parques y jardines, se lo quiso llevar a Buenos Aires.
En una oportunidad, también por razones progresistas, se pretendió hacer desaparecer esta Plaza Pueyrredón, con el proyecto de construir un estadio para miles de personas. Se consideraba, que la plaza era un “baldío”, un terreno no urbanizado…

Es que esto se repetirá con la deforestación de la avenida Libertad.? Es que el progreso se mide en la destrucción de lo más bello que tenemos.?
Sucederá lo mismo que con las mansiones que representaron una época de nuestra ciudad a fines de siglo XIX, que fueron demolidas, mientras que en el mundo que al menos llamamos “el 1º”se preservan construcciones varias veces centenarias (y también milenarias).?

Esto es el progreso.? Esto es el desarrollo.?

Pobres de nosotros y de las futuras generaciones que deberán conformarse con apreciar esta avenida Libertad forestada sólo en fotografías, tal vez en algún museo, como hacemos hoy con la vieja rambla ya perdida. También su destrucción fue hecha en nombre del progreso…

Hoy, cuando se forestan otras avenida con jóvenes árboles que tardarán muchos años en dar sus indiscutibles beneficios, entiendo que sí se está pensando en el futuro.
Mientras que ningún vándalo los destruya antes, mostrando solamente su falta de cultura, de educación, lo que también es nuestra responsabilidad ciudadana.

Se piensa en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de una ciudad que no deja de crecer. Me pregunto, a quién beneficia este ensanche para que la opinión aparezca como “unánime” en el artículo periodístico.?

Quién haya tenido le oportunidad de conocer ciudades antiguas en el mundo “desarrollado”, podrá haber visto cómo se valoran y se cuidan los árboles, como mejoradores de la calidad de la moderna vida urbana, cada día mas polucionada, purificando el aire contaminado por el escape de los automotores, especialmente de los de mayor tamaño como los camiones , los colectivos y sí, también los ómnibus de larga distancia….
Después de tantos años de espera para contar con una Estación Ferroautomotora, actualmente en el inicio de su construcción, debemos pagar el precio de esta deforestación en nombre del progreso?

Yo, me niego. Aunque me quieran hacer creer que estoy en contra de ese progreso, me niego.
Quiero que mis nietos y sus hijos disfruten de esta última avenida tan bien arbolada con sus centenarios plátanos que no solo aportan su sombra en el verano sino en los que además todavía anidan una cantidad de pájaros que resultarían un privilegio ya perdido para muchas grandes metrópolis del mundo. Sin dejar de reconocer los pasajeros inconvenientes que produce la defoliación de otoño, o el entorpecer la iluminación nocturna. Pero para esto existen soluciones que acertadamente se están llevando a cabo, con podas oportunas e idóneas. No quitando los árboles.

Espero que quienes tienen el poder de decidir, reflexionen antes de cometer este nuevo crimen ciudadano…

Ing. Agr. Carlos Leonardi
Mar del Plata, 20 de octubre de 2009

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